Nuestro OPC 400 se obtiene completamente de uvas españolas y se procesa directamente en España. La calidad de los distintos principios activos OPC difiere enormemente, al igual que el contenido real de OPC. Las pruebas convencionales, como las de DMAC y vainillina, proporcionan valores de OPC engañosos y demasiado elevados, a veces un 400 % superiores al contenido real de OPC. Las pruebas HPLC son las únicas que pueden confirmar el contenido real de OPC.
La Universidad Técnica de Brunswick ha comprobado el contenido real de OPC de nuestro OPC 400 y publicamos los resultados completos de las pruebas. Al seleccionar nuestras materias primas, prestamos atención al mayor contenido posible de OPC para conseguir una dosis suficiente y la mayor pureza posible. Nuestro extracto de semilla de uva procedente de uvas blancas españolas presenta un contenido puro de al menos un 95 % de polifenoles, indicado como contenido de OPC. Muchos fabricantes confunden el total de polifenoles con el contenido real de OPC. En la Universidad Técnica de Brunswick hemos podido determinar este valor gracias a una prueba de laboratorio HPLC desglosada en monómeros, dímeros, trímeros, tetrámeros, pentámeros y polímeros, el método de medición más fiable: a excepción de los monómeros no contabilizados como OPC, el contenido puro de OPC es de aproximadamente un 79,3 %, que es la base para el cálculo de nuestras cápsulas.
A diferencia de otros productos, nuestro OPC 400 se extrae completamente sin disolventes, únicamente con agua y etanol alimentario. El resultado es un concentrado de OPC de gran pureza y completamente natural que nunca ha entrado en contacto con los disolventes químicos habituales, como el n-hexano. Se garantiza que los productos no contienen aditivos como maltodextrina o cacahuete en polvo, que muchos fabricantes añaden por cuestiones económicas y que, sin embargo, no deben declararse.
El recubrimiento especial de las cápsulas es de HPMC, que, a diferencia de la mayoría de las cápsulas de HPMC o pululano del mercado, no contiene excipientes como carragenanos y PEG, que no están sujetos a declaración. En lugar de plástico, para los envases utilizamos vidrio ámbar, que protege de la luz y es respetuoso con el medioambiente.